Lo que De Soto no dice

El 94% de los roedores en los mercados de Puerto Maldonado vuelan en mercurio.

Los ríos nadan en mercurio debido a la explotación de oro. Niveles entre la población superan máximos permisibles.

El Proyecto Carnegie de Mercurio en el Ecosistema Amazónico detectó que el 94% de los roedores de las inmediaciones de los mercados de la ciudad de Puerto Maldonado tenían niveles elevados de mercurio, en 2013. 
Y que el 78% de las 226 personas analizadas presentaban en el cabello niveles de mercurio superiores a los límites permisibles (1 ppm). El nivel promedio hallado fue de 2,7 ppm, casi el triple del valor referencial. En las comunidades indígenas el promedio alcanzó niveles mayores: 5,55 ppm. Uno de los individuos de la muestra llegó a tener 27,4 ppm.
La fuente del envenenamiento es la explotación de oro en los ríos de Madre de Dios que utiliza el mercurio en la amalgama del metal precioso. 
En Madre de Dios se producen 15 toneladas de oro al año, lo que quiere decir que se utilizan 30 toneladas o más de mercurio anualmente. Desde el 2001, son 400 TM de mercurio.

“En Madre de Dios se producen 15 toneladas de oro al año, lo que quiere decir que se pueden estar utilizando 30 toneladas o más de mercurio anualmente. Los cálculos más tibios podrían indicar que entre el 2001 y 2013 se utilizaron 400 toneladas de mercurio”, calculó Francisco Román, miembro del Proyecto Carnagie. Las cifras son espeluznantes.

En contraste, en la tragedia de Minamata, Japón, miles de pobladores fueron envenenados por el vertimiento de 81 toneladas de mercurio en la bahía por la empresa petroquímica Chisso a lo largo de 30 años. Entre 1953 y 1965 se contabilizaron 111 muertes y más de 400 casos con problemas neurológicos. Madres que no presentaban ningún síntoma dieron a luz niños gravemente afectados.

Los síntomas por envenenamiento de mercurio son ataxia, alteración sensorial en manos y pies, deterioro de los sentidos de la vista y el oído, debilidad y, en casos extremos, parálisis y muerte. Se le conoce precisamente como la enfermedad de Minamata. 

Para prevenir más desgracias se firmó el Convenio de Minamata, en la ciudad de Kumamoto, el 10 de octubre del 2013. Nuestro país participó en el Convenio y lo ratificó el 21 de enero del 2016. El acuerdo establece estrictos protocolos para el transporte y manipulación del mercurio con el fin de evitar que perjudiquen en la salud humana. En Madre de Dios los ríos nadan en mercurio. 

La tragedia de Minamata se queda corta

 Fuente : Revista Caretas

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